4 porque se decía: «Adelantémonos a hacer la paz con ellos antes que
Jonatán la haga con Filipo contra nosotros,
5 al recordar los males que le causamos a él, a sus hermanos y a su
nación.»
6 Le concedía autorización para reclutar tropas, fabricar armamento y
contarse entre sus aliados. Mandaba, además, que le fuesen entregados los
rehenes que se encontraban en la Ciudadela.
7 Jonatán fue a Jerusalén y leyó la carta a oídos de todo el pueblo y
de los que ocupaban la Ciudadela.
8 Les entró mucho miedo cuando oyeron que el rey le concedía
autorización para reclutar tropas.
9 La gente de la Ciudadela entregó los rehenes a Jonatán y él los
devolvió a sus padres.
10 Jonatán fijó su residencia en Jerusalén y se dio a reconstruir y
restaurar la ciudad.
11 Ordenó a los encargados de las obras levantar las murallas y
rodear el monte Sión con piedras de sillería para fortificarlo, y
así lo
hicieron.
12 Los extranjeros que ocupaban las fortalezas levantadas por
Báquides, huyeron;
13 abandonando sus puestos partieron cada uno para su país.
14 Sólo en Bet Sur quedaron algunos de los que habían abandonado
la Ley y los preceptos porque esta plaza era su refugio.
15 El rey Alejandro se enteró de los ofrecimientos que Demetrio
había hecho a Jonatán. Le contaron además las guerras y proezas que él y
sus hermanos habían realizado y los trabajos que habían sufrido.
16 Y dijo: «¿Podremos hallar otro hombre como éste? Hagamos de él
un amigo y un aliado nuestro.»
17 Le escribió, pues, y le envió una carta redactada en los siguientes
términos:
18 «El rey Alejandro saluda a su hermano Jonatán.
19 Hemos oído que eres un valiente guerrero y digno de ser amigo
nuestro.
20 Por eso te nombramos hoy sumo sacerdote de tu nación y te
concedemos el título de amigo del rey - le enviaba al mismo tiempo
una
clámide de púrpura y una corona de oro -. Por tu parte, haz tuya
nuestra
causa y guárdanos tu amistad.»
21 El séptimo mes del año 160, con ocasión de la fiesta de las
Tiendas, vistió Jonatán los ornamentos sagrados; reclutó tropas y
fabricó
gran cantidad de armanento.
22 Demetrio, al saber lo sucedido, dijo disgustado:
23 «¿Qué hemos hecho para que Alejandro se nos haya adelantado en
ganar la amistad y el apoyo de los judíos?
24 Les escribiré también yo con ofrecimientos de dignidades y
riquezas para que sean auxiliares míos.»
25 Y les escribió en estos términos:
26 El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. Nos hemos
enterado con satisfacción de que habéis guardado los términos de nuestra
alianza y perseverado en nuestra amistad sin pasaros al bando de nuestros
enemigos.
27 Continuad, pues guardándonos fidelidad y os recompensaremos
por todo lo que por nosotros hagáis.
28 Os descargaremos de muchas obligaciones y os concederemos
favores.
29 Y ya desde ahora os libero y descargo a todos los judíos de las
contribuciones, del impuesto de la sal y de las coronas.
30 Renuncio también de hoy en adelante a percibir el tercio de los
granos y la mitad de los frutos de los árboles que me correspondían, del país
de Judá y también de los tres distritos que le son anexionados de Samaría -
Galilea... a partir de hoy para siempre.
31 Jerusalén sea santa y exenta, así como todo su territorio, sus
diezmos y tributos.
32 Renuncio asimismo a mi soberanía sobre la Ciudadela de
Jerusalén y se la cedo al sumo sacerdote que podrá poner en ella
de
guarnición a los hombres que él elija.